Adrian Mamianetti – Coaching y Consultoría

Interés, Humildad y Aprendizaje

Tanto como entrenador de golf, como coach de emprendedores me suelo encontrar con conversaciones que desnudan carencias. Esa puesta en evidencia de la carencia es la llave para el aprendizaje de aquello que en un momento determinado de la vida necesitas. Es lo que más me apasiona de este rol. Acompañar a las personas a demás de descubrir fortalezas, desnudar los faltantes y zonas de mejora, siempre desde el propio reconocimiento del sujeto que desea superarse.

Él no sé cómo declaración que abre oportunidades y la humildad, aun en el saber,  para reconocer que de este tema o habilidad  no todo lo sé.

Reconocernos como seres incompletos, capaces de superarnos pero incapaces de completarnos, de saberlo todo, es un puente hacia el desarrollo de la humildad, la curiosidad y el posterior de aprendizaje.

Es indispensable que cuanto algo no fluya como te imaginas puedas evocar una carencia y no una responsabilidad o culpabilidad en un factor externo, opero aun declararte a os mismo que con esto no puedes. Lo del ser humano es adaptarse al medio, no quejarse del mismo. Esa posición te colocara en la posibilidad de capacitarte tanto en habilidades blandas como duras, a pedir ayuda, a rodearte de personas que colaboren con y en tu camino.

 Esa predisposición a reconocer la carencia del saber total dispone a la acción y a la búsqueda de aprendizaje antes o luego de un episodio que no sucede como te lo habías imaginado. Es decir te deja actuar desde el concepto más alto del ser humano, el entendimiento, la aceptación, la adaptación y el posterior esfuerzo para superarse.

Los humanos tenemos cuatro dimensiones relacionadas al saber. Como señale antes, no te quedes con el saber duro de una carrera o profesión u oficio. Observa también las blandas, que muchas veces son más importantes que las otras.

• Lo que se que sé
• Lo que sé que no sé
• Lo que no sé qué sé
• Lo que no sé que no sé

Fatalmente los seres humanos, en las áreas que consideramos como buenas, muchas veces dejamos de ver o revisar aquello que no sabemos, pues los resultados indican que lo estamos haciendo bien. Así es como nos estancamos y pronto vemos como la realidad nos sobrepasa.

Dentro de cada área hay una oportunidad de aprendizaje que solo será puesta en marcha por la identificación de la carencia y el interés por subsanarla. Esto es crucial mencionarlo, y no solo aplica para el conocimiento duro de una profesión u oficio o deporte…también lo es en el mundo de las relaciones personales. Pero cuidado en este punto. Reconocer la carencia no es sinónimo de iniciar el camino de superación. Es el interés por salvar la carencia lo que nos pondrá en acción. Sin interés no hay nada que hacer, mas allá que se reconozca la carencia.

Entonces cuando en nuestro entorno alguien que sabe que tiene una carencia y no la subsana, quizá preguntarle si le interesa subsanarla es más útil que juzgar por qué no se pone en marcha.

¿Y cómo se puede estimular la curiosidad y por el aprendizaje?

Desde mi mirada, cuando nos sentamos a reflexionar, ser dudante mas que creyente es una buena alternativa. En especial en aquellas áreas que manejamos. Dudar de las sentencias ajenas y preguntarles su sentido, preguntarles desde donde se dice o hace puede colaborar mucho con el desarrollo.

Por ejemplo, si usted se mueve con eficacia pero se siente incomodo, como que hay algo que le falta, puede preguntarse ¿según mis valores personales, que estoy haciendo? ¿Según lo que quiero para mi vida, esto que hago, que me está aportando? ¿Esto que está funcionando, qué sentido tiene, se podría hacer de otra manera?

Ves pasada me paso con un jugador que no entendía las causas de su inconsistencia en los golpes…mis preguntas, – luego de escucharlo por varios minutos respecto a su mirada-, fueron dos…¿quien le envía el mensaje a la pelota?, el palo me contesto, esta parte, señalando la cara del palo, – me  dijo- y dígame, continúe…¿Usted sabe cómo funciona el palo que quiere usar? Su cara de asombro aun la recuerdo…la respuesta que abrió un camino hermoso de aprendizaje fue, NO, no sé.

Buscar el aprendizaje desde su propio propósito y desde el sentido de la actividad que usted desarrolla o aquello que debe manejar (un palo de golf, un grupo de personas, etc.) puede ser un camino hacia su manera de realizar las cosas y llevar adelante sus saberes. Hacerlo lo invita a aprender y actuar desde su Ser. Por lo tanto adquiere la dicha de poder vivir desde usted mismo y no desde otro.

Dijo alguna vez Einstein, “el mayor obstáculo entre el conocimiento y yo, es la educación formal.” Esta sentencia nos invita, no a abandonar las aulas, si no a buscar mas allá de ellas para alcanzar los objetivos, en especial a hacer propio el camino y aprender de las acciones que fueron como lo imaginábamos y de las que no lo fueron.

 Por lo tanto el aprendizaje humano siempre es acción. Con lo poco o mucho que sepa, vaya, enfrente, caiga, reconozca los faltantes o sobrantes, aprenda, vuelva a hacerlo. Todos somos pasibles de error.

A lo que a los seres humanos más nos duele es la falta de honestidad, de respeto y otros valores inherentes al ser humano. El error es siempre una probabilidad en el devenir de la vida.

Adrian Mamianetti Coach

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